LA FUERZA NECESARIA.

Cuando Dios desea que hagas algo,

te da la fuerza necesaria para hacerlo.

Sonríe y serás feliz.

FE EN UNO MISMO.

Hay que tener fe en uno mismo. 

Ahí reside el secreto. 

Aun cuando estaba en el orfanato 

y recorría las calles 

buscando qué comer para vivir, 

incluso entonces me consideraba 

el actor más grande del mundo. 

Tenía que sentir la exaltación 

que nace de la absoluta confianza 

en el propio ser: 

sin ella, 

uno está destinado al fracaso.

EL CAMINO DEL CORAZÓN.

Cuando has de elegir

entre varios caminos,

elige siempre el camino del corazón.

El que elige el camino del corazón

no se equivoca nunca.

IGNORANDO TUS FUERZAS.

No existe la cobardía, 

sino la desconfianza en nuestras posibilidades, 

en nuestra fuerza.

El cobarde y el héroe 

caminan juntos en la misma persona.

Cobarde es aquel 

que ignora su fortaleza.

PEDAZO DE HOMBRE.

En un congreso de agricultura

 le preguntaron a un viejo labrador 

qué terreno le parecía más a propósito 

para cierta especie de fruto, 

a lo que respondió diciendo: 

"No importa tanto el pedazo de tierra 

como el pedazo de hombre".

APARIENCIA.

Seguramente que una tabla 

es más fuerte que tus manos; 

pero si la golpeas 

usando tu brazo como arma, 

se romperá.

REPETICIONES ABSURDAS.

Si tienes arroz hirviendo en una olla, 

y quieres saber si ya está cocido, 

basta que cojas un grano 

y lo aprietes entre tus dedos, 

sin que te haga falta probarlos todos, 

del mismo modo, 

no malgastes tu tiempo 

repitiendo una y otra vez 

una experiencia que ya has probado, 

y sabes donde te lleva.

SI BUSCAS SEGURIDAD...

En lo profundo del mar

 hay riquezas incontables, 

pero si buscas seguridad, 

la encontrarás en la playa.

ARTÍFICE DE TU PROPIO DESTINO.

El hombre 

es el artífice de su propio destino, 

en el sentido de que es libre 

para escoger la manera 

con que va a usar de su libertad. 

Pero el resultado 

se le escapa de las manos.

SEMBRANDO.

Si siembras arroz, saldrá arroz;

si siembras miedo, saldrá miedo.

EL PLACER DEL ESFUERZO.

No dejes de emprender algo 

simplemente porque no lo hagas bien: 

lo que verdaderamente importa 

no es la perfección de la obra, 

sino el placer del esfuerzo.

LO MÁS IMPORTANTE DEL MUNDO.

Poco importa si es insignificante 

lo que tenéis que hacer. 

Hacedlo tan bien como podáis, 

poned en ello tanta atención 

y tanto cuidado

 como si fuera 

lo más importante del mundo.

EL ESFUERZO.

El fin se aleja continuamente de nosotros. 

Cuanto más avanzamos, 

más tenemos que reconocer nuestra nulidad. 

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo, 

y no en el resultado. 

Un esfuerzo total 

es una victoria completa.

LA VERDADERA MORALIDAD.

La verdadera moralidad 

no consiste en seguir caminos trillados, 

sino en encontrar por nosotros mismos 

el camino que nos conviene, 

y en seguirlo 

de manera intrépida.

SUMÉRGETE.

Hay perlas en la profundidad del mar, 

pero si quieres tenerlas 

debes dejar la comodidad de la orilla 

y afrontar todos los peligros. 

Si después de zambullirte 

una sola vez en el agua 

no las encuentras, 

no llegues a la conclusión 

de que no hay perlas en el mar. 

Sumérgete una y otra vez, 

y ten la seguridad de que la final 

tendrás tu recompensa.

LA VELA.

Un barco zarpa hacia el este, 

y otro para el oeste, 

soplando el mismo viento para los dos: 

es la colocación de la vela, 

y no la tormenta,

lo que determina el camino que ellos llevan.

Como los vientos del mar 

son los caminos del destino, 

que nos impelen durante toda la vida, 

es el acto del alma lo que determina la meta, 

y no la calma o la tempestad.

LUCHAR POR LO INALCANZABLE.

Luchar por obtener algo inalcanzable

 proporciona el ejercicio 

para lograr algo que se necesita; 

como cuando un hombre reúne 

todas sus fuerzas para saltar un arroyo 

como si fuera mucho más ancho de lo que es. 

Siempre consigue llegar al otro lado.

LA CARGA.

Una vez un hombre preguntó a su camello 

si prefería la cuesta arriba 

o la cuesta abajo.

Y el camello respondió: 

"¡Lo importante para mí no es 

la cuesta arriba o la cuesta abajo, 

sino la carga que llevo!"

DENTRO DE NOSOTROS.

Hay una cosa dentro de nosotros

que es preciosa.

Una perla preciosa.

Un tesoro.

El Reino de Dios

está dentro de nosotros.

¡Si al menos descubriésemos eso!

EL AMOR ES CLARIVIDENTE.

Le preguntaron a Beethoven

qué había querido expresar con 

la Tercera Sinfonía.

El gran músico contestó: 

"Si yo pudiera expresar lo que significa

con palabras,

no necesitaría la música."

Precisamente porque tenemos

la palabra "Dios"

y la asociamos a las ideas

con que nos han programado,

somos incapaces de descubrirlo

en la vida cotidiana

y en las personas que pasan a nuestro lado.

Los que aman la belleza

pueden captar a Dios

porque aman la vida y a las personas.

Sólo el amor es clarividente.

LA IDEA: "RELIGIÓN".

El mejor teólogo es el que explica 

la teología como Jesús,

con las palabras y a través

de los hechos de la vida cotidiana.

Si nos aferramos a los símbolos,

olvidaremos la realidad 

que encierra el símbolo.

Es preciso que despertemos

a la idea de que la religión

puede ser muy dañina 

si en ella no está la realidad,

la vida.

Porque la vida y la realidad

nos muestran la verdad.

AMAR COMO JESÚS.

Hasta que no veas

inocentes a las personas,

no sabrás amar

como Jesús.

PARA QUE DESPIERTES.

Jesús no rechazaba a los malos,

porque los comprendía.

Rechazaba a los hipócritas

que falseaban la verdad

y eran crueles con los débiles.

Lo que rechazaba era su actitud,

y se lo decía en la cara, 

para que despertasen.

SENCILLEZ.

¿Cómo sería Jesús

para que todos los sencillos

se sintieran tan agusto con Él?

Jesús no se sentía superior a los demás

porque vivía en la realidad.

La señal de estar en contacto con la realidad

es la sencillez.

DUERMES.

Jesús era portador de la luz

y por eso predicaba las cosas

más extrañas al judaísmo,

a sus creencias e interpretaciones religiosas;

hablaba con las mujeres, 

comía con ladrones y prostitutas.

Pero además

interpretaba la Ley en profundidad,

saltándose las reglas y sus formas.

Los sabios y poderosos tenían que eliminarlo.

Cuentan que un rey godo 

se emocionó al oír el relato

de la pasión y muerte de Jesús,

y dijo: "¡De estar yo allí,

no lo hubieran matado!"

¿Lo crees así, como ese rey godo?

Duermes.

DIOS Y REALIDAD.

¿Qué tiene que ver la palabra "Dios"

con la realidad?

Nos hemos olvidado de la realidad,

de la sustancia que la palabra 

trata de indicar.

Lo que importa no es la palabra,

ni el concepto,

ni los símbolos.

Todos los símbolos son imprecisos.

Lo importante es que ellos 

sólo nos sirven 

para ponernos en contacto

con la realidad que esconden.

CONCEPTOS PARA EL MISTERIO MÁS ABSOLUTO.

Dios es tan inefable

que no se puede explicar.

Dios es lo Incomprensible.

El misterio absoluto.

Al olvidarnos de esto,

con conceptos creamos un ídolo.

Dios se manifiesta en la vida y,

si metemos la vida en conceptos,

nos resulta tan misteriosa como Dios.

Sólo viviendo podemos conocer la vida.

Sólo llegamos a Dios viviendo

y conociéndonos.

SEAMOS FIELES A LA VERDAD.

Ir al templo 

o hacer novenas a los santos

no te va a cambiar:

eres tú el que ha de cambiar.

Recuerda que no sirve decir

"¡Señor, Señor!",

sino hacer la voluntad del Padre.

Y la voluntad del Padre es

que seamos fieles a la verdad,

porque sólo la verdad nos hará libres.

Todo cambio auténtico

se efectúa sin esfuerzo.

Las personas tenemos cantidades enormes

de energía en potencia,

para activarlas cuando las necesitamos.

Lo importante es que descubras

lo que ocurre en ti y a tu alrededor,

para saber las causas 

de lo que anda mal.

RESCATAR TU YO.

La espiritualidad es la que intenta solucionarte.

Busca solucionar el problema del yo,

que es el que está generando los problemas

que te llevan al psicólogo y al psiquiatra.

La espiritualidad va directamente a la raíz,

a rescatar tu yo, 

el auténtico,

que está ahogado por barreras

que no lo dejan ser libremente.

¿QUIÉNES SOMOS?

La espiritualidad es,

en verdad,

una cuestión de ser quienes somos,

de transformarnos en lo que somos,

de ver quiénes somos.