lunes, 16 de febrero de 2015

LAS DOS RANITAS.


Resulta que había dos ranitas que aprovechando su día libre
salieron a pasear por una hermosa mansión. Cuando llegaron
a la cocina en busca de algo de comer, se resbalaron en unas
gotas de aceite para caer en una gran olla de crema.
Ambas desesperadas comenzaron a defenderse de la masa
movediza que las iba devorando, hasta que una de ella dijo:
-Querida amiga ha llegado mi hora, por más que me esfuerce
nunca podré salir con vida de esta situación, no tengo opción yo
me entrego, mi vida ha terminado... Y dejando de patalear, lenta
mente fue desapareciendo de la superficie.
La amiga, por su parte pensó: Yo no sé si hoy es mi día, así que
no me entregaré, en todo caso seguiré luchando hasta que Dios
me llamé, pero que antes observe que hice todo lo imposible para conservar mi
vida. La ranita siguió sin descanso moviendo sus patas, y lo hizo
con tanta decisión y con tanta voluntad, que sin darse cuenta la crema se convirtió
en manteca, pudiendo pisar firme y escapar tranquilamente.

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