La felicidad no tiene contrapuesto
porque nunca se pierde.
Puede estar oscurecida,
pero nunca se va
porque tú eres felicidad.
Si deseamos ser felices,
podemos serlo inmediatamente,
porque la felicidad está en el momento presente.
Aun así,
si deseamos ser más felices de lo que somos,
o más felices que los otros,
tenemos los atributos de una persona infeliz,
porque las felicidades no se pueden comparar.
Ese tipo de deseo es insaciable.
Podemos ser tan felices como lo somos,
y no podemos nunca medir cuán felices son los otros.