Los Evangelistas nos hablaron de un Jesús que usaba las parábolas para explicarnos la realidad del Reino de Dios. Espero que estos cuentos os puedan conducir al mismo destino.
Ni el creyente ni el no creyente encontrarán a Dios, porque la realidad es lo desconocido y la creencia o no creencia en lo desconocido es simplemente una autoprotección y en consecuencia no es real.
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