Cada experiencia que se vaya presentando vívela tan plena y profundamente como puedas; reflexiona sobre ella, siéntela profundamente en toda su extensión; sé consciente del dolor y del placer que provoca, de tus juicios y de cómo te identificas con ella. Sólo cuando la experiencia se completa existe una renovación. Debemos ser capaces de vivir las cuatro estaciones durante un día; ser profundamente conscientes, experimentar, comprender y liberarnos de lo que se acumule cada día. Al final de cada día, la mente y el corazón han de vaciarse de la acumulación de placer y de dolor. El acopio lo hacemos de manera consciente e inconsciente. Comparativamente, es fácil descartar lo que se ha adquirido de un modo consciente, pero es más difícil liberarse de la acumulación que se ha hecho inconscientemente, del pasado, de las experiencias no completadas con sus recuerdos. El pensamiento-sentimiento se aferra obstinadamente a lo que se ha acumulado porque teme la inseguridad.
Authentic Report of Sixteen Talks given in 1945.
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