Los Evangelistas nos hablaron de un Jesús que usaba las parábolas para explicarnos la realidad del Reino de Dios. Espero que estos cuentos os puedan conducir al mismo destino.
Mirar sin la interferencia del pasado es mirar en completo silencio. Y en ese silencio se produce una mutación, sin reflexión, sin planeamiento, y sin condicionamientos. Y sólo esa mutación puede traer orden al mundo.
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