Había una vez un samurái que era de avanzada edad y era conocido como el mejor del pueblo.
Un día, se comentaba de la gran fuerza de un nuevo guerrero joven, quien había matado a muchos de los guerreros mas prestigiosos, y que iba a ir al pueblo para pelear con el gran maestro.
Este, al enterarse de la noticia, aceptó el duelo, porque había escuchado que el joven guerrero hacía enojar a los demás guerreros, y cuando los guerreros se enojaban él era muy bueno para ver un simple error y ganar la pelea.
Cuando llegó el día, el guerrero comenzo a insultar al viejo samurái de todas maneras e idiomas, pero no lo hizo enojar, y se fue indignado.
El viejo samurái contestó, frente a la vacía pregunta de un alumno, porqué no había peleado; dijo: Si alguien viene con un regalo para ti, y tú no lo aceptas ¿de quien es el regalo?
El alumno contestó: sigue siendo tuyo, porque el otro no lo quizo.
Bueno, dijo el samurái, aplica esto a la actitud que tuvo el joven guerrero, y entenderas el porqué..
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