El verdadero amor,
la verdadera fe,
la felicidad auténtica;
te libran de tus fantasmas.
El falso amor,
la fe falsa
y la infelicidad;
te aferran a medallas.
No metas a Dios
en los fantasmas.
Los Evangelistas nos hablaron de un Jesús que usaba las parábolas para explicarnos la realidad del Reino de Dios. Espero que estos cuentos os puedan conducir al mismo destino.
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