La naturaleza produce en cantidad suficiente lo que necesitamos para cada día, y si cada uno se contentara con lo que necesita, y nada más, no habría ya pauperismo en este mundo y nadie se moriría de hambre.
Los Evangelistas nos hablaron de un Jesús que usaba las parábolas para explicarnos la realidad del Reino de Dios. Espero que estos cuentos os puedan conducir al mismo destino.
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