La guerra es una de las mayores catástrofes; lo más mezquino es matar a otro. Cuando admitimos algo tan bajo en nuestro corazón, nos permitimos olvidarnos de los desastres menores. No condenamos la guerra por sí misma, sino a quien se comporta cruelmente en ella. Somos responsables de la guerra, la hemos producido a través de nuestras acciones codiciosas de todos los días, a través de una pasión enfermiza. Cada uno de nosotros ha contribuido a esta civilización competitiva y despiadada en la que el hombre se enfrenta con el hombre. Queremos cortar de raíz las causas de la guerra, de la barbarie de los demás, mientras que al mismo tiempo nos complacemos en ellas. Esto conduce a la hipocresía y a guerras futuras.
Authentic Report of Sixteen talks given in 1945.
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