Cualquier cosa que percibamos en forma directa, que comprendamos completamente, no dejará cicatriz alguna en la mente. Si vivimos una experiencia en su totalidad, aunque tal vez recordemos el incidente, no producirá las reacciones que usamos como medio para defendernos. Si tengo una experiencia cuyo significado no entiendo totalmente, la mente la convertirá en un centro de conflicto, que se prolongará hasta que comprenda esa experiencia en su totalidad. Mientras la mente se encuentre abrumada con dichos conflictos, no será más que un depósito de reacciones defensivas llamadas recuerdos. Con este tipo de recuerdos protectores nos conducimos en la vida, con lo cual creamos una barrera entre la vida y nosotros mismos, y de esa barrera surge todo conflicto, todo miedo y todo sufrimiento.
Reports of Talks and Answers to Questions New York City 1935.
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