Si no tuviéramos recuerdos de cosas gratas, esperanzadoras, agradables, de cosas para las cuales hemos vivido, nos sentiríamos perdidos, insignificantes, no nos sentiríamos humanos. La mente se aferra a sus recuerdos agradables, porque sin ellos estaría sola, desesperadamente sola.
Talks by Krishnamurti in Europe 1956.
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