Cuando un hombre cuyo matrimonio funcionaba bastante mal acudió a él en busca de consejo, el Maestro le dijo: "Tienes que aprender a escuchar a tu mujer".
El hombre se tomó a pecho este consejo y regresó al cabo de un mes para decirle al Maestro que había aprendido a escuchar cada una de las palabras que decía su mujer.
Y el Maestro, sonriendo, le dijo: "Ahora vuelve a casa y escucha cada una de las palabras que ella no dice".
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