Ser transformado en amor,
eso es amar a Dios.
¿Qué merito tendrías si saludases tan sólo
a los que te saludan?
¿Y si amases tan sólo
a los que te aman?
Tú tienes que ser amor total,
como el Padre celestial es todo amor.
Los Evangelistas nos hablaron de un Jesús que usaba las parábolas para explicarnos la realidad del Reino de Dios. Espero que estos cuentos os puedan conducir al mismo destino.
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