La base del sufrimiento
es el apego,
el deseo.
En cuanto deseas una cosa compulsivamente
y pones todas tus ansias de felicidad en ella,
te expones a la desilusión
de no conseguirla.
Los Evangelistas nos hablaron de un Jesús que usaba las parábolas para explicarnos la realidad del Reino de Dios. Espero que estos cuentos os puedan conducir al mismo destino.
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