El temor al futuro,
o la esperanza en el futuro,
es igual,
son proyecciones del pasado.
Sin proyección no hay futuro,
pues no existe lo que no entra
en la realidad.
Los Evangelistas nos hablaron de un Jesús que usaba las parábolas para explicarnos la realidad del Reino de Dios. Espero que estos cuentos os puedan conducir al mismo destino.
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