¡Qué peligrosa es la inconciencia!
Para librarte de los prejuicios
sólo tienes la conciencia.
Es la conciencia
la que te puede liberar.
Siempre serás esclavo de las cosas
de las que no eres consciente.
Los Evangelistas nos hablaron de un Jesús que usaba las parábolas para explicarnos la realidad del Reino de Dios. Espero que estos cuentos os puedan conducir al mismo destino.
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