Sólo el día en que no nos importe
lo que piensen de nosotros las personas,
comenzaremos a saber amarlas como son
y darles la respuesta adecuada.
Los Evangelistas nos hablaron de un Jesús que usaba las parábolas para explicarnos la realidad del Reino de Dios. Espero que estos cuentos os puedan conducir al mismo destino.
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