Los Evangelistas nos hablaron de un Jesús que usaba las parábolas para explicarnos la realidad del Reino de Dios. Espero que estos cuentos os puedan conducir al mismo destino.
Una vida sin fricciones es la vida religiosa. Y una mente sin fricciones es la mente religiosa. Cuando esa mente actúa, todos los problemas se han resuelto; no existe ningún problema.
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