Si el meditador no se conoce a sí mismo, su meditación tendrá poco valor e incluso se volverá un estorbo para la comprensión. Sin el conocimiento de sí mismo no es posible la meditación, y no hay conocimiento de sí mismo alguno si se carece de consciencia meditativa. Si no nos comprendemos a nosotros mismos, si no comprendemos nuestros deseos, nuestros motivos, nuestras contradicciones, ¿cómo podemos comprender la verdad?
Authentic Report of Sixteen.
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