Las personas programadas
van buscando siempre
hacer mejor las cosas.
Van ansiosos de victorias,
de conquistas,
de logros y nunca están satisfechos;
por eso sufren tanto
cuando no alcanzan las metas
que su exigencia les impone.
Son seres que no viven
ni disfrutan con lo real.
Estos seres extienden su exigencia a los demás
y por eso
están incapacitados para amar.
Buscan la felicidad donde no está.