miércoles, 17 de febrero de 2016

SER


"¿Qué he de hacer para alcanzar la santidad?", preguntó un viajero.

"Sigue a tu corazón", le dijo el Maestro.

Aquello pareció agradar al viajero.

Sin embargo, antes de que se marchara, el Maestro le sugirió en voz muy baja: "Para seguir tu corazón vas a necesitar una complexión muy robusta".

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