El Maestro se encontraba de especial buen talante y los discípulo se mostraban curiosos. Le preguntaron si alguna vez se había sentido deprimido.
Sí, alguna vez.
Insistieron en preguntarle si no era también verdad que se hallaba en continuo estado de felicidad.
Efectivamente, así era.
Ellos quisieron saber cuál era el secreto.
Y el Maestro dijo: "Este es el secreto: todas las cosas son lo buenas o malas que uno crea que lo son".
No hay comentarios:
Publicar un comentario