Al Maestro le gustaba la gente normal y ordinaria, y recelaba de quienes se obstinaban en alcanzar la santidad.
A un discípulo que le consultó acerca del matrimonio le dijo: "Asegúrate de que no te casas con una santa".
"¿Por qué?, si puede saberse".
"Porque es el modo más seguro de convertirte en un mártir", replicó regocijado el Maestro.
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