No es la naturaleza la causa del sufrimiento,
sino el corazón del hombre
lleno de deseos y de miedos
que le inculca su programación
desde la mente.
Los Evangelistas nos hablaron de un Jesús que usaba las parábolas para explicarnos la realidad del Reino de Dios. Espero que estos cuentos os puedan conducir al mismo destino.
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