La paz verdadera.
La paz de Dios me mantiene tranquilo en medio de las más grandes adversidades.
Un rey pidió a varios pintores que hicieran un cuadro que reflejara la paz verdadera. Uno trajo una hermosa pintura de una pradera con verdes pastos. Otro trajo una bella pintura del reflejo del Sol sobre calmadas aguas. E1 tercero trajo una pintura de no aparente paz. La pintura reflejaba una tormenta con rayos y una cascada con turbulentas aguas. Al final se veía en un árbol una ave alimentando a sus pajarillos.
"Esta es la verdadera paz", dijo el Rey. "El poder mantener la calma en medio de la adversidad."
"Uno de los regalos más grandes que tu me dejas Señor Jesús, es la paz verdadera. Una paz profunda en mi corazón que hace que aún en medio da las más duras pruebas, no me sienta turbado ni con miedo. Es saber que después de la tormenta, el cielo se limpia y el sol sale. Es saber que después de una ruidosa cascada de adversidades, vienen aguas tranquilas. Es un don divino que me produce la certeza de Tu Santa presencia en mi y Tu ayuda divina."
"Os doy la paz. Os doy mi paz, pero no os las doy como las dan los que son del mundo. No os angustiéis ni tengáis miedo. " (Juan 14:27)
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