— ¿Cuántos años me costará llegar a ser Maestro, si trabajo duro? –preguntó un joven.
— El resto de tu vida, respondió el Maestro.
— No puedo esperar tanto tiempo, estoy dispuesto a todo para aprender más deprisa, ¿cuánto tiempo me costará si trabajo como su servidor en cuerpo y alma? –volvió a insistir el joven.
— ¡Oh, quizás diez años! –dijo el Maestro.
— Pero usted sabe que mi padre se está haciendo viejo, y pronto tendré que cuidar de él. ¿Cuántos años tardaré en aprender si trabajo más intensamente? –respondió el joven.
— Bueno… tal vez treinta años, contestó el Maestro.
— ¡Usted se burla de mí! –dijo irritado el muchacho-. Antes diez años, ahora treinta. Créame, haré todo cuanto usted desee y yo pueda para aprender su arte en el menor tiempo posible.
— Bien, en ese caso tendrás que quedarte sesenta años conmigo. Un hombre que quiere obtener resultados tan deprisa no avanza rápidamente –explicó el Maestro.
Popular chino
— El resto de tu vida, respondió el Maestro.
— No puedo esperar tanto tiempo, estoy dispuesto a todo para aprender más deprisa, ¿cuánto tiempo me costará si trabajo como su servidor en cuerpo y alma? –volvió a insistir el joven.
— ¡Oh, quizás diez años! –dijo el Maestro.
— Pero usted sabe que mi padre se está haciendo viejo, y pronto tendré que cuidar de él. ¿Cuántos años tardaré en aprender si trabajo más intensamente? –respondió el joven.
— Bueno… tal vez treinta años, contestó el Maestro.
— ¡Usted se burla de mí! –dijo irritado el muchacho-. Antes diez años, ahora treinta. Créame, haré todo cuanto usted desee y yo pueda para aprender su arte en el menor tiempo posible.
— Bien, en ese caso tendrás que quedarte sesenta años conmigo. Un hombre que quiere obtener resultados tan deprisa no avanza rápidamente –explicó el Maestro.
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