Un día discutían un grupo de sabios sobre
cuál era el hombre más generoso de la aldea. Los debates se prolongaron
varios días, y al final quedaron sólo 3 candidatos.
Como los partidarios de las 3 candidatos
no se ponían de acuerdo decidieron crear una prueba eliminatoria para
decidir quién era de los 3 el hombre más generoso.
Para ello decidieron enviar a cada uno de los 3 candidatos finalistas un mensaje que contendría el siguiente texto:
Tu amigo Wais se encuentra en un gran apuro. Te ruega que le ayudes con bienes materiales.
Así pues se acordó que el mensajero
entregaría el mismo mensaje a cada uno de los 3 finalistas y que
volvería con la respuesta que le habían dado los 3 hombres.
El Primer Hombre Generoso, al recibir el mensaje, le dijo al mensajero:
” No me molestes con estas pequeñeces. Coge todo lo que quieras y dáselo a mi amigo Wais”
Y así hizo. El mensajero volvió al grupo
de sabios reunidos y transmitió su mensaje. Estos pensaron que no podía
haber hombre más generoso, y a la vez altivo.
El mensajero salió hacia la casa del Segundo Hombre Generoso y al llegar a casa de éste, su criado le dijo:
” Mi señor es muy arrogante, no puedo
molestarle con estas cosas pero me ha dicho que te lleves todo lo que
tiene e incluso una hipoteca sobre sus bienes”.
Y así volvió el mensajero de nuevo al
consejo de sabios para transmitir la respuesta al mensaje. Los sabios,
al escuchar su respuesta, pensaron que probablemente éste sería el
hombre más generoso de todos.
El mensajero partió a la casa del Tercer Hombre Generoso para entregarle el mensaje.
“Empaqueta todas mis cosas y lleva esta
nota al prestamista para que liquide todas mis pertenecias. Y cuando
hayas acabado vuelve de nuevo para esperar algo que te dará una persona
de mi parte”, le dijo el Tercer Hombre Generoso al mensajero.
Cuando el mensajero volvió, una vez
acabadas todas las gestiones que el Tercer Hombre Generoso le había
encomendado, se encontró en la puerta con una persona que le djo:
“Si tu eres el mensajero de Wais, tengo
que entregarte el importe de un esclavo que se acaba de vender en el
mercado de esclavos”.
Ese esclavo era el Tercer Hombre Generoso.
El regalo más grande es dar una parte de ti mismo. Ralph Waldo Emerson
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