Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y
en un determinado punto del viaje discutieron. El otro, ofendido, sin
nada que decir, escribió en la arena: HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA
BOFETADA EN EL ROSTRO. Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde
resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a
ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomó un estilete y
escribió en una piedra: HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.
Intrigado, el amigo preguntó: ¿Por qué después que te lastimé,
escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra? Sonriendo, el
otro amigo respondió: Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos
escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se
encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo
grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón
donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.
Los Evangelistas nos hablaron de un Jesús que usaba las parábolas para explicarnos la realidad del Reino de Dios. Espero que estos cuentos os puedan conducir al mismo destino.
martes, 21 de octubre de 2014
LA LEYENDA DEL VERDADERO AMIGO.
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