De algo tan sencillo como moler grano puede provocar que el cielo se sienta maltratado.
En el principio de los tiempos el cielo estaba tan cerca de la tierra que bastaba con levantar las manos para alcanzarlo. En aquel entonces el cielo protegía, con su cercanía, a los hombres y a los animales.Ni los molestaban los vientos, ni el calor o el frío podían incomodarlos.
Por ello, los seres vivos tenían una existencia tranquila y placentera.Un día dos mujeres se pusieron a moler grano para la comida. Como la cosecha había sido abundante y tenían mucho grano que moler utilizaron unos morteros enormes, con grandes palas de madera. Mientras las mujeres cantaban, las palas subían y bajaban al rimo de su canción.
Tan atareadas estaban en su trabajo que las dos mujeres no se daban
cuenta delo que sucedía: cada vez que alzaban las palas, golpeaban al
cielo protector causándole gran daño. Y tantas veces lo golpearon que,
sin querer, acabaron agujerearlo.El cielo se cansó de ser maltratado y
les llamó la atención:
-¡Dejen de golpearme! ¿Es que no ven que me
duelen los golpes y me están llenando de agujeros? ¿No saben que los
protejo del frío, del viento y del calor? Si me siguen molestando, no
les podré ayudar…
Cuando el cielo no pudo resistir más el
dolor, no tuvo más remedio que alejarse de la tierra hasta quedarse
donde está. Por culpa de aquellas dos mujeres, los hombres y los
animales quedaron desprotegidos de las inclemencias y han de sufrir
desde entonces el viento, el frío y el calor.
Las estrellas que
hoy vemos son los agujeros que las mujeres hicieron al cielo mientras
molían grano en sus morteros con sus largas palas de madera.De noche,
cuando el sol se oculta tras la oscuridad, parte de su brillo se filtra
por esos agujeros que son las estrellas.Y también la lluvia se filtra
por allí. Cuenta la gente de Somalia que las nubes son hermosas
doncellas que llevan a sus casas cántaros llenos de agua que sacan de un
pozo. En ocasiones si los cántaros están demasiado llenos y se
bambolean al paso de las doncellas, el agua puede derramarse. Cae
entonces,en forma de lluvia, por los agujeros que se hicieron en el
cielo. Y así es como la tierra recibe el agua del cielo.
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