domingo, 8 de mayo de 2016

DISCRECIÓN.

Resultado de imagen de santidad
Un hombre con fama de espiritual acudió al Maestro y le dijo: "Me resulta imposible orar. No puedo comprender las escrituras. No soy capaz de hacer los ejercicios que yo mismo recomiendo a los demás..."

"Entonces", dijo risueñamente el Maestro, "renuncia a todo".

"¿Y cómo puedo hacerlo? Se supone que soy un santo y tengo seguidores por estos lugares".

Más tarde diría el Maestro, tras emitir un suspiro: "La santidad, hoy día, es un nombre que no responde a una realidad. Sólo es auténtica cuando es una realidad carente de nombre".

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