domingo, 29 de mayo de 2016

LA VIEJA IDEA DE LA VIRTUD.


Laura le preguntó en una ocasión a su hija Alba, de once años:

-¿Cuál es la parte más importante del cuerpo?

-Los oídos, mamá -respondió la pequeña.

Muchas personas son sordas y se las arreglan perfectamente.

Pero piensa y lo adivinarás -le dijo en tono cariñoso.

Durante las siguientes semanas la niña estuvo reflexionando y creyó encontrar una respuesta genial.

-¡Ya lo tengo, mamá: la vista es el sentido fundamental!

Por eso la parte más importante del cuerpo son los ojos.

-Estás aprendiendo rápidamente, pero la respuesta no es correcta. Fíjate que hay muchos ciegos que son felices, pese a no poder ver -indicó la madre.

Al cabo de unos meses sucedió que el abuelo de la niña murió. El día del entierro, todos estaban muy apenados y el padre de Alba lloró. Eso impresionó a la niña. Justo después del entierro, la madre la apartó y le preguntó:

-¿No sabes todavía cuál es la parte más importante del cuerpo?

-No mamá -respondió la niña.

-Hoy es el mejor día para contártelo. Se trata del hombro, hija mía.

-¿Porque sostiene la cabeza? -apuntó Alba.

-No. Porque en él apoyan la cabeza tus seres queridos cuando lloran.

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