Hace muchos años, una zorra y un águila, mantenían una amistan tan
estrecha, que decidieron irse a vivir juntas y protegerse mutuamente.
Como casa, el águila, eligió un precioso árbol, en el que su futuros
polluelos pudieran crecer de forma segura, bajo el mismo y junto a una
de las zarzas que por allí crecían, se estableció la zorra con sus
pequeños.
Un buen día, la zorra, tuvo que se marcharse a cazar algo para sus
pequeños. Mientras su madre estaba ausente, el águila, que estaba tan
hambrienta como ellos, aprovechó el momento, para secuestrarlos y darlos
de comer a sus polluelos.Cuando la pobre zorra volvió y descubrió lo
sucedido, lloró desconsoladamente, ya que nada podía hacer para darle un
escarmiento a la que era su amiga. Sin embargo, el destino, le tenía
reservado un gran escarmiento a la gran rapaz.
Al ir a robarle un pedazo de carne, que estaba en las brasas a unos
pastores, se llevó sin darse cuenta un ascua, con la que prendió de
forma involuntaria su nido. Al calor del fuego, los pequeños aguiluchos,
cayeron al suelo, pudiendo cobrarse su venganza la zorra.
Moraleja: Nunca se debe traicionar a un amigo, ya que si lo haces, no tardarás mucho en tener una respuesta a tu mal acto.
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