Había una vez una zorra que
vivía en un claro del bosque, en el que cada día era más complicado
encontrar algo con lo que pudiera alimentarse. Quiso la suerte que un
día, encontrara en el interior de un tronco caído, la merienda de unos
confiados pastores, que allí la habían escondido para evitar que alguien
se la robase. Cuando la zorra entró en el tronco yvio semejante festín, se puso a comer con tanta rapidez, que cuando quiso darse cuenta, había terminado con todo.
Satisfecha como estaba y con una
barriga enorme, intentó salir de su escondite e irse a dormir a un
lugar más apartado. Pero, por culpa de su abultado estómago, no podía
salir de allí por más que lo intentara. Impotente ante esta situación,
comenzó a lanzar gritos de auxilio, con la esperanza de que alguien
pudiera rescatarla de tan penosa situación.
Cuando el desánimo estaba
empezando a hacer mella en ella, vio acercarse a lo lejos a otra zorra,
que atraída por sus gritos, se acercó a conocer el porqué de su
desgracia. Cuando su compañera le contó lo sucedido, le dijo:
-Yo no me preocuparía por ello,
ni gastaría tiempo en lamentarme. Lo único que necesitas es esperar a
que tu barriga vuelva estar como antes y seguro que puedes salir sin
problema.
Moraleja: si tienes paciencia, podrás solucionar todo lo que te propongas.
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