A todo el mundo le sorprendió que el Maestro empleara una metáfora tan actual: "La vida es como un automóvil".
Ellos se quedaron en silencio, sabiendo que no tardaría en venir la explicación.
"Sí", dijo finalmente, "un automóvil puede emplearse para subir a las más altas cumbres".
Se produjo otro silencio.
"Pero muchas personas se quedan delante de él, permiten que las atropelle y luego le echan la culpa del accidente".
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