Los discípulos solían discutir frecuentemente sobre lo que es correcto y lo que es incorrecto. En ocasiones, la respuesta era lo bastante obvia, pero otras veces resultaba difícil dar con ella.
Cuando el Maestro se hallaba presente en tales discusiones, no tomaba parte en ellas.
Pero una vez le preguntaron: "¿Es correcto o incorrecto matar a alguien que intenta matarte a ti?"
"¿Y cómo voy a saberlo?", replicó él.
Los desconcertados discípulos dijeron: "Entonces, ¿cómo podemos distinguir lo correcto de lo incorrecto?"
El Maestro dijo: "Mientras viváis, estad muertos a vosotros mismos, totalmente muertos. Entonces actuad como queráis, que vuestra acción será correcta".
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