"Ya me he pillado los dedos una vez. ¡Nunca más volveré a enamorarme!", dijo el amante que se había visto rechazado.
"Eres como aquel gato que, habiéndose quemado por sentarse en una estufa, nunca más quiso volver a sentarse", replicó el Maestro.
Los Evangelistas nos hablaron de un Jesús que usaba las parábolas para explicarnos la realidad del Reino de Dios. Espero que estos cuentos os puedan conducir al mismo destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario