Un hombre del
Reino de Chu cruzaba un río cuando se le cayó la
espada al agua. Al momento hizo una marca al costado de la barquilla.
- Aquí fue donde cayó mi espada –
dijo.
Cuando la barca atracó se sumergió en
el agua para buscar su espada, bajo el punto que había marcado. Pero como la
barca se había movido y la espada no, el método para localizar la espada
resultó ineficaz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario