miércoles, 27 de mayo de 2015

¿PARA QUÉ ADULAR?

 
Un hombre rico y un hombre pobre tenían la siguiente conversación.
         - Si yo te diera el veinte por ciento de todo el oro que poseo, ¿me adularías? – le preguntó el primero.
         - El reparto sería demasiado desigual para que tú merecieras cumplidos – contestó el segundo.
         - ¿Y si yo te diera la mitad de mi fortuna?
         - Entonces seríamos iguales; ¿con qué fin halagarte?
         - ¿Y si yo te lo diera todo?
         - En ese caso, ¡no veo qué necesidad tendría de adularte!

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