lunes, 18 de mayo de 2015

EL HOMBRE AL FONDO DEL POZO


Hubo en otro tiempo en el Reino de Song, un tal señor Ding que no tenía pozo. Cada día, un hombre de la servidumbre dedicaba todo su tiempo para asegurarle el servicio del agua, pues debía ir a buscarla muy lejos. Para simplificar el trabajo, Ding hizo cavar un pozo en el patio.
         - Al hacer cavar ese pozo en mi patio, me he ganado un hombre – le dijo a un amigo.
         Este amigo se lo contó a otro, y, pasando de boca en boca, la observación se convirtió en esto:
         «El Señor Ding, al cavar un pozo en su patio, encontró a un hombre.»
         Estas palabras se divulgaron a través de toda la región y llegaron a oídos del rey, quien hizo llamar a Ding para saber de qué manera había encontrado a un hombre en el fondo de su pozo.
         Ding le explicó:
         - Ese pozo cavado en mi patio, me evitó el tener que acarrear el agua desde tan lejos y por lo tanto me proporcionó dos brazos más para los trabajos de casa, ¡eso es todo!

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