Un desconocido
hizo saber al príncipe de Yan que podría hacerlo
inmortal; y el príncipe mandó a uno de sus súbditos a aprender este arte. Pero
antes que el hombre pudiera aprenderlo, el desconocido murió. Entonces el
príncipe, furioso, ejecutó a su súbdito.
No se dio cuenta de que el desconocido
le había engañado, y culpó de tardanza a un inocente. Eso demuestra la torpeza
del príncipe; porque un hombre aprecia más que todo su vida, y si el
desconocido no supo conservar la suya, ¿cómo iba a guardar la del príncipe?
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