miércoles, 27 de mayo de 2015

PARA LOS TIGRES

 
En la época en que Yang Shuxian era magistrado en Jingzhou, los tigres constituían una verdadera calamidad para los habitantes. Un día, Yang hizo pulir la roca y mandó a grabar un largo edicto que podía resumirse en estas palabras más o menos:
         «¡Tigres, aléjense de estos lugares!»
         Más tarde, cuando lo nombraron prefecto en Yulin, Yang Shuxian le escribió al magistrado Zhao Dingji de Jingzhou, para rogarle que hiciera calcar su edicto lapidario contra los tigres. Quería varias copias. «Deseo servirme de ellas para educar a mis administrados – decía – pues los habitantes del Lingnan son muy salvajes todavía.»
         Zhao mandó a obreros para que calcaran el edicto. Al día siguiente fue un anciano a decirle: «Los tigres han matado ya a dos obreros mientras ellos sacaban la copia del texto grabado en la roca.»

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