Una gaviota
descendió en un suburbio de la capital de Lu. El marqués de Lu
le dio la bienvenida y la festejó en el templo, disponiendo para ella la mejor
música y los más importantes sacrificios. Pero el ave estaba aturdida y parecía
bien triste, no atreviéndose a tragar un bocado de carne o una sola copa de
vino. Al cabo de tres días, murió.
El marqués de Lu
agasajó a la gaviota como a él le gustaba ser agasajado y no como a ella le
habría gustado.Los Evangelistas nos hablaron de un Jesús que usaba las parábolas para explicarnos la realidad del Reino de Dios. Espero que estos cuentos os puedan conducir al mismo destino.
martes, 12 de mayo de 2015
EL PÁJARO VÍCTIMA DE LA BONDAD
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario